Estudió en la Escuela Nacional de Cerámica, asistió a talleres en la Sociedad Estímulo de Bellas Artes y tomó clases con Renato Benedetti, Miguel Angel Bengochea y Emilio Renart. A principios de 1980 comenzó a participar activamente en la escena artística del under porteño, en espacios como el Café Einstein y la revista El Porteño.
Además de esculturas, objetos, pinturas, instalaciones y foto-performances, su actividad incluyó también la organización de exposiciones y proyectos colectivos multidisciplinarios como Lavarte (1985) exposición en un lavadero automático, La Kermesse. El paraíso de las bestias (1986) y La Conquista (1991). Trabajó también en forma colaborativa con artistas como Ezequiel Furgiuele y el fotógrafo Marcos López.
Entre sus exposiciones individuales destacan: La cochambre. Lo que el viento se llevó, Centro Cultural Ricardo Rojas, 1989; No todo lo que brilla es oro, Galería Adriana Indik, 1989; Recolecta, Centro Cultural Recoleta, 1990; Wotan-Vulcano, Centro Cultural Recoleta, 1991; Espacio disponible, Casal de Catalunya, 1992; Imagen pública-Altas esferas, Centro Cultural Recoleta, 1993. En 1994, a dos días de inaugurar su exposición retrospectiva Frenesí en el Centro Cultural Recoleta, murió en Buenos Aires. En 2008 se realizó la exposición Transmutaciones en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, Rosario, y en 2017 el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires le dedicó la exposición Liliana Maresca. El ojo avizor, 1982-1994.
Su obra se encuentra representada en el Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, MALBA Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia de Madrid y TATE Modern de Londres, entre otras colecciones.